Diagnóstico de sepsis en niños

La sepsis es una reacción grave del cuerpo ante una infección. La infección que da lugar a la sepsis podría ser causada por bacterias, virus u hongos. La sepsis puede ser consecuencia de una infección de cualquier lugar del cuerpo. Las infecciones que frecuentemente provocan sepsis incluyen las infecciones de la sangre, la piel, los pulmones y las vías urinarias.

La sepsis es una emergencia médica que debe tratarse de inmediato en el hospital. En casos graves, puede causar un choque séptico. El choque puede debilitar el corazón y hacer que la presión arterial disminuya. En consecuencia, el sistema nervioso central y los órganos del cuerpo pueden dejar de funcionar.

¿Cuáles son las causas?

• Bacteria Escherichia coli (E. coli).
• Bacteria Staphylococcus aureus (estafilococo).
• Algunos tipos de bacterias estreptococos.

• Los pulmones (neumonía).
• Los riñones y la vejiga (infección de las vías urinarias).
• La piel (celulitis).
• El intestino, la vesícula biliar o el páncreas.

¿Qué incrementa el riesgo?

• Tienen un bajo peso al nacer, de menos de 5.5 lb (2500 g).
• Nacen demasiado pronto. Esto también se denomina nacimiento prematuro.
• Tienen debilitado el sistema que combate las enfermedades (sistema inmunitario).
• Son menores de 1 año.
• Cuando nacieron, la madre tenía sepsis o infección por:
  • Bacterias estreptococos del grupo B.
  • E. coli.
• Nacen más de 18 horas después de que la madre rompió bolsa (rotura del saco amniótico).
• Han tenido una cirugía.
• Están internados, en especial, en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
• Tienen estos dispositivos en el cuerpo:
  • Un tubo delgado y pequeño (catéter).
  • Vía intravenosa (IV).
  • Tubo de respiración.
  • Tubo de drenaje.
• Tienen otras enfermedades crónicas, como diabetes.

¿Cuáles son los signos o síntomas?

• Fiebre.
• Escalofríos o mucho frío.
• Frecuencia cardíaca acelerada (taquicardia).
• Respiración rápida o falta de aliento.
• Confusión o sensación de desvanecimiento.
• Cambios en el color de la piel. La piel del niño podría verse manchada, pálida, azulada o amarillenta.
• Piel fría, pegajosa o sudorosa.
• Erupción cutánea.
• Náuseas y vómitos.
• Orinar mucho menos que lo habitual.
• Aspecto de flacidez, tono muscular flojo o falta de energía.
• Alimentarse mal.
• Inquietud o irritabilidad.

Otros síntomas dependen del origen de la infección del niño.

¿Cómo se diagnostica?

• Pruebas de sangre.
• Pruebas de orina.
• Hisopados de otras zonas del cuerpo que podrían estar infectadas. Estas muestras podrían evaluarse (cultivarse) para determinar el tipo de bacteria que causa la infección.
• Radiografías de tórax para detectar si padece neumonía. También podrían realizarse otras pruebas de diagnóstico por imágenes, como una exploración por tomografía computarizada (TC).
• Punción lumbar. En este procedimiento, se extrae una pequeña cantidad del líquido que está alrededor del cerebro y de la médula espinal. Luego, se examina el líquido para determinar si hay infección.

¿Cómo se trata?

Esta afección debe tratarse en un hospital. Según la causa de la infección del niño, pueden administrarle un antibiótico, medicamentos antivirales o antimicóticos.

• Líquidos a través de una vía intravenosa (IV).
• Oxígeno y asistencia respiratoria.
• Diálisis renal. Este proceso purifica la sangre si ha tenido un fallo renal.
• Una cirugía para remover los tejidos infectados.
• Medicamentos para aumentar la presión arterial.
• Una transfusión de sangre, de ser necesario.
• Un medicamento para prevenir la formación de coágulos de sangre.
• Nutrientes para corregir desequilibrios de la función corporal básica (metabolismo). Es posible que al niño:
  • Le administren sales y minerales importantes (electrolitos) a través de una vía intravenosa.
  • Le ajusten el nivel de azúcar en la sangre.

Siga estas instrucciones en su casa:

Medicamentos

• Administre al niño los medicamentos de venta libre y los recetados solamente como se lo haya indicado su pediatra.
• Administre al niño los antibióticos o los medicamentos antivirales o antimicóticos como se lo haya indicado el pediatra. No deje de darle al niño el medicamento aunque comience a sentirse mejor.
• No le administre aspirina al niño por el riesgo de que contraiga el síndrome de Reye.

Instrucciones generales

• Si su hijo tiene un catéter u otro dispositivo permanente, pida que se lo retiren lo antes posible.
• Concurra a todas las visitas de seguimiento. Esto es importante.

Comuníquese con un médico si:

• El niño no parece estar mejorando o recuperando la fuerza.
• El niño está cansado todo el tiempo.
• El niño no parece mejorar después de la cirugía.
• Cree que el niño tiene una infección después de la cirugía.

Solicite ayuda de inmediato si:

• El niño presenta cualquier síntoma de sepsis.
• El niño tiene entre 3 meses y 3 años de edad y presenta fiebre de 102.2 °F (39 °C) o más.
• El niño es menor de 3 meses y tiene fiebre de 100.4 °F (38 °C) o más.
• Su hijo tiene dificultad para respirar.
• El niño tiene latidos cardíacos rápidos o discontinuos.
• El niño tiene mucha confusión, se mueve con dificultad o no responde.
• La piel del niño se torna pálida o de color azul, o le aparecen manchas.
• Su hijo tiene una infección que no mejora o que empeora.

Estos síntomas pueden representar un problema grave que constituye una emergencia. No espere a ver si los síntomas desaparecen. Solicite atención médica de inmediato. Comuníquese con el servicio de emergencias de su localidad (911 en los Estados Unidos).

Resumen

• La sepsis es un caso de emergencia médica que requiere tratamiento inmediato en un hospital.
• Esta afección es causada por una reacción grave a una infección por bacterias, virus u hongos.
• Según la causa de la infección del niño, pueden administrarle un antibiótico, medicamentos antivirales o antimicóticos.
• El tratamiento también podría incluir líquidos intravenosos (i.v.), asistencia respiratoria y diálisis renal.