¿Qué ocurre cuando su paciente regresa a casa?

Las radiografías son imágenes del interior del cuerpo. Un equipo de radiografías crea estas imágenes mediante ondas de energía llamadas radiación. El médico podría usar radiografías para buscar ciertos problemas, como fracturas de huesos, problemas en las articulaciones, infecciones pulmonares y causas del dolor abdominal.

Informa al médico acerca de lo siguiente:

Cualquier alergia que tengas.
Todos los medicamentos que usas, incluidos vitaminas, hierbas, gotas oftálmicas, cremas y medicamentos de venta libre.
Cirugías a las que te hayas sometido.
Cualquier afección médica que tengas.
Si estás embarazada o podrías estarlo.

Si estás embarazada o podrías estarlo, habla con tu obstetra o ginecólogo antes de realizarte una radiografía. Deberás tomar ciertas precauciones, como colocarte un delantal protector sobre el abdomen para proteger al bebé.

¿Cuáles son los beneficios?

Las radiografías son muy útiles para diagnosticar problemas de salud. Estos son algunos de los beneficios de las radiografías:

Son rápidas, fáciles y no causan dolor.
No involucran ninguna cirugía ni anestesia.
Son útiles en casos de emergencia cuando se necesita un diagnóstico rápido.
Ofrecen un diagnóstico preciso de muchos tipos de lesiones y afecciones.
Por lo general, no provocan efectos secundarios.
La exposición a la radiación es muy pequeña.
La radiación no permanece en el cuerpo después de haberse realizado la radiografía.

¿Cuáles son los riesgos?

Por lo general, las radiografías se consideran seguras para los adolescentes. Sin embargo, exponerse demasiado a la radiación durante la vida puede aumentar el riesgo de padecer cáncer. Esto puede ocurrir si te realizan muchas radiografías a lo largo de tu vida. El riesgo de una única radiografía es pequeño.

Los niños y los adolescentes son más sensibles a la radiación que los adultos. Si el equipo de radiografías no está adaptado según su menor tamaño, los jóvenes podrían recibir dosis más altas de radiación. Además, debido a que los jóvenes tienen una mayor expectativa de vida que los adultos, hay más tiempo para que la exposición a la radiación tenga efectos a largo plazo. Antes de realizarte una radiografía, pregúntale al médico lo siguiente:

La radiografía, ¿es necesaria para diagnosticar la afección?
El equipo de radiografías, ¿está preparado para adolescentes?
La configuración del equipo de radiografías, ¿puede disminuirse para ajustarse a mi edad y tamaño?
¿Se utilizarán dispositivos para proteger otras partes del cuerpo contra la radiación?

¿Qué ocurre antes del procedimiento?

Es posible que debas quitarte los anteojos, joyas y cualquier otro objeto de metal.
Probablemente se te pedirá que te quites la ropa de la parte del cuerpo en la que debe tomarse la radiografía. Si es necesario, te darán una bata de hospital.
Es posible que coloquen una lámina protectora o un delantal de plomo sobre ciertas zonas del cuerpo para evitar que la radiación llegue hasta allí.

¿Qué ocurre durante el procedimiento?

Te acostarás sobre una mesa o estarás de pie dependiendo de qué parte del cuerpo necesite la radiografía.
Se te pedirá que trates de quedarte lo más quieto que puedas durante el examen para obtener las mejores imágenes posibles.
El equipo de radiografías enviará rayos de radiación hacia la zona del cuerpo que se debe examinar. Se pueden tomar varias imágenes en diferentes ángulos.
Las imágenes radiográficas se imprimirán en una lámina o se grabarán digitalmente.

El procedimiento puede variar según el médico y el hospital.

¿Qué puedo esperar después del procedimiento?

Podrás regresar a tus actividades normales.
Las imágenes radiográficas se enviarán a un médico que estudia e interpreta lo que muestran las imágenes. Tu médico también podría mostrarte las radiografías y explicarte qué se ve en ellas.

Resumen

En las radiografías, se utiliza radiación para crear una imagen del cuerpo o una parte del cuerpo.
Las radiografías son una de las formas más rápidas y económicas de examinar partes del cuerpo y diagnosticar problemas.
En general, las radiografías son seguras, pero igualmente es aconsejable limitar el número de radiografías que se toman. Si se toman demasiadas veces en el transcurso de la vida, las radiografías pueden aumentar el riesgo de cáncer.

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